martes, 17 de julio de 2007

San Cristóbal: libre de silicón


Realmente es un paraíso viajar a San Cristóbal, pues aunque son muchas horas, se puede disfrutar –una vez que se pasa la recta interminable que conduce a Barinas- a parajes realmente hermosos, cubiertos de pasto verde –en época lluviosa- y mucho ganado, de todos los colores y tamaños.

Antes de llegar a la Capital del estado Táchira se van pasando una serie de pueblitos donde no se puede distinguir quienes son venezolanos y quienes son colombianos. Pero la gente es afable. Hay muchos riachuelos y ríos que se caracterizan por el color de sus aguas, que aquí en Caracas se asemejarían al Guaire -con la diferencia de que allá no están contaminados- como es el caso del Uribante.

Muy cerca de San Cristóbal se observa otro río con las mismas características, pero esta vez el agua es más rojiza, dicen los lugareños que el tono se lo da el color de las piedras y otros dicen que son los sedimentos arcillosos de los derredores. El hecho fue que el primer día lo vi casi como san-+gre diluida en agua y al día siguiente, cuando venía de regreso, era marrón.

Nunca había visitado San Cristóbal, no que yo recuerde, si bien el camino para llegar allá no es tan pintoresco como el que conduce a Mérida por el Páramo, podría decir que la ciudad sí se parece mucho, con subidas y bajadas, calles limpias –tal vez en algo influyó ser una de las sedes de la Copa América- gente que se habla de Usted, entre otros.

El Sambil de San Cristóbal posee pasillos bien amplios y nada ruidosos como los de Valencia y Caracas, con prácticamente las mismas tiendas y los precios no tan elevados. Próximo al mall, o en una parte de él se encuentra el Hotel, donde se quedaron muchos de los jugadores de las diversas selecciones de fútbol.

Lo que más sorprendió a nuestros acompañantes en esta travesía, es que allá las chicas tienen ¨su paraíso¨, pero al natural, las típicas pechugonas que no tienen nada atrás –yo no soy gocha, ojo- uno de los chicos dijo, “qué bárbaro, aquí es difícil ver a alguna siliconeada, mientras en valencia o CCS es difícil ver a una que no esté operada”, porque de verdad que en los centros comerciales el desfile y dimensión de las voluptuosas son apoteósicas.

Allá hasta los loquitos son educados, como uno que estaba “trabajando”, que al pasar por mi mesa le dijo a mi novio “gonita su novia”, para luego sentarse, llamar la atención de los vigilantes, hacerse llamar doctor y reclamar porque nos estábamos riendo. Hasta para reclamar no soltó ni una mala palabra
no sea payasa oyó, porque los payasos están en el circo”.

Como en Mérida, en San Cristóbal los dulces criollos, los panes, quesos, cremas y natas, protagonizan el tributo al paladar y en la vía, la carne, el pollo, los chorizos, el sancocho, entre otros manjares cocidos a leña, capturan los recuerdos de los visitantes.

Leyendas
1) En esta parada las empanadas son a mil, ¡son buenas! Es donde está una estación de servicio y la mayoría de los comensales son camioneros.
2) Verde que te quiero verde

3) El Uribante, de color Guaire
3) El ganado en las verdes praderas andinas
4) El Sambil, con maqueta y todo
5) No podía faltar el mural con la Vinotinto
6) En la feria de la comida, sí, exactamente las mismas franquicias
7) Me encanta esta foto...
8) y 9) Comida en la vía Ummmm!!!

miércoles, 11 de julio de 2007

Un poco de mí, al estilo showbusiness

Esto lo tomo del blog de Jenny, quien a su vez lo tomó del de Crismar. Al parecer son las preguntas que Crismar siempre hacía a los artistas que entrevistaba. Ahora, yo como si fuese artista, las respondo.

¿Cuáles son los olores y sabores que te recuerdan la infancia?


Parece mentira, pero tengo dificultad para recordar muchas cosas de la infancia, en especial de cuando era muy chica. Pero como de los 8 años en adelante, recuerdo el sabor de los pastelitos y torrejas que me preparaba mi abuela Bertha y que me llevaba casi todos los días a la escuela envueltos en aluminio…muchas veces fui la envidia de mis compañeritos. El sabor del mango verde con sal, adobo, vinagre, limón, que me enseñaron a comer mis vecinitas portuguesas. Los caramelos vaquita, saca muelas, el papa upa, los bubblelicious y unos tabaquitos de chocolate, que eran rellenos y envueltos en un papelito como de aluminio muy delgado. El olor a bombas de la cantina de Fe y Alegría. El jabón Melody.

¿Cuál es el personaje de alguna historia, novela, cuento o película que te hubiese gustado ser?

Nunca he pensado en esto, pero siempre me inspiran personajes que son luchadores, humanos y sinceros, como los que veo en las pelis que me han hecho chillar. Y el personaje que me gusta ser, como dice Jenny, soy yo misma, aunque me gustaría si hubiese sido menos nerviosa, más positiva, sin ojeras, más alta y con pompas...jajajaja...Ah y como no leo mucho, pues no recuerdo...pensándolo bien hubiese sido chévere ser como Peter Pan, quien no creció nunca. Los niños casi no se preocupan por nada!!!pero este sentimiento de anhelar ser niña otra vez me da sólo en ocasiones contadas.

Si fueses mascota ¿cuál escogerías y cómo te gustaría que te trataran?

A mí sí me encantan casi todos los animales, siempre y cuando no sean rastreros ni fríos. Me gustaría ser una perrita y que me trataran como yo trato a Simba, con amor (abrazos, besos), siento que lo adoro aunque muchos me critican que no se puede amar a un perro. Eso sí, no me gustaría jamás entrar en celo y que sea algo instintivo y no racional o emocional como nos sucede a los humanos. Bicho!!! Hay un "estúpilo caliente" por ahí que me dice zarigüeya, porque ellos se caracterizanpor ser juguetones, fingir las cosas, se hacen los muertos para engañar a los demás; tienen sombras alrededor de los ojos, como ojeras, en fin, aquí les coloco una foto, ellas fueron famosas en la Era de Hielo, la película.

Alguna maña o manía que conservas aún después de grande.

Mover mucho las piernas cuando se supone que debería estar en estado de reposo y relax. Hablo dormida todavía, me da miedo la oscuridad y ver pelis de terror en la noche, ésas son mis mañas.

Si volvieras a la adolescencia ¿qué aspecto de tu vida te hubiese gustado cambiar?
Haberle parado más a las clases de matemáticas; no haber tenido noviecitos parásitos o los más bochincheros y/o atractivos del colegio; hubiese cambiado las veces en que caí en estado depresivo por inmadurez y miedo, no se lo deseo a nadie, no quiero volver a pasar por eso, Dios me ayude!.

¿Cómo imaginabas tu vida cuando eras niño?

Pensé que sería doctora o mínimo enfermera o veterinaria. Por eso de grande me incliné por los trabajos sobre salud.

¿Alguna vez se te ha escapado algún sueño?, si son muchos ¿Cuál te hubiese gustado atrapar?

Cuando por miedo renuncié a una maestría antes de comenzarla en la UCV. Cuando rechacé una buena oferta de trabajo igual por miedo a la Gran Caracas…y pensar que ahora hago mi vida aquí. No me hubiese gustado jamás herir a las personas que me han querido de verdad y ya no están a mi lado; no es un sueño exactamente, pero es algo de lo cual me arrepiento.

¿Cómo te gustaría que te recordaran tus hijos?

Aún no tengo, pero quisiera que lo hicieran como una mujer activa, emprendedora, con buen sentido del humor, responsable, comprensiva y muy amorosa, la antitesis de todo lo que no me ha gustado de mis padres y la seguidora de lo que sí he apreciado de ellos.