martes, 17 de julio de 2012

Médicos venezolanos diagnostican enfermedades a clics de distancia

La metodología de trabajo de SOS Telemedicina, comprende investigación en e-Salud, teleeducación, ingeniería de software, procesos de teleconsulta, telediagnóstico, plataformas tecnológicas, integración con redes sociales, articulación con entes académicos, gubernamentales, empresas privadas y organismos internacionales.

Zoraibeth Sosa
Fotos: Dr. Héctor Arrechedera
Rosa, acude al ambulatorio de Cacurí, en el estado venezolano de Amazonas, con su pequeña hija Sara en brazos, aquejada por unas manchas rojas con centro purulento que se le esparcieron por todo el cuerpo. Allí es recibida por el único personal de salud que labora en este centro, dos auxiliares de enfermería: Luisa y María.

Habitante de Cacurí
Ante tal cuadro clínico, las auxiliares no tienen certeza de qué le ocurre a Sara. Por otro lado, Rosa no puede ir al hospital más cercano temiendo que sea tarde, pues el recorrido fluvial podría demorarle hasta 6 días. Su opción sería abordar una avioneta hasta Puerto Ayacucho, capital del estado, aunque en este momento no es tan factible.

Es entonces cuando entra en acción “Segunda Opinión en Salud” (proyecto SOS Telemedicina para Venezuela), pues Luisa y María se conectan a internet, e ingresan a la aplicación web de SOS para solicitar que doctores (as) de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), les orienten sobre el diagnóstico y tratamiento de la pequeña paciente de la etnia Yekuana. Ellas le tomaron hasta fotos a la niña y las adjuntaron con la historia médica.



No obstante, la mamá de la paciente, está muy ansiosa y como es particular de esta población autóctona, no tiene mucha paciencia para esperar que en 24 horas llegue el tan esperado diagnóstico. Así, que Luisa y María deciden contactar a los médicos especialistas de SOS a través del Skype, para recibir una respuesta más inmediata, éstos atienden el llamado y se comunican.

¿Cómo fue esto posible si en Cacurí no hay electricidad? Pues gracias a SOS Telemedicina para Venezuela, se pudo articular para que hasta la zona, poblada por aborígenes Yekuanas y Sanimas, se llevaran paneles solares y una antena satelital que permitieran la interconexión entre este ambulatorio y los médicos de la Ciudad Universitaria de Caracas, desde el año 2010.

Las auxiliares recibieron alfabetización tecnológica para la utilización de la herramienta, convirtiéndose también en guardianas y custodias, junto a la comunidad, de los equipos de hardware (computadoras, impresoras, cámara digital, web cam, telefonía IP, entre otros) y software que recibieron como dotación del programa SOS Telemedicina para Venezuela.

Además, constantemente el equipo de SOS realiza acompañamiento a este personal de salud, atendiendo integralmente sus inquietudes. La aplicación web no sólo sirve para una “segunda opinión”, también para hacer estudio de casos y llevar estadísticas sobre los principales padecimientos, su evolución y muchas variables más, aportando también así datos importantes para la sociedad médica, la sociedad del conocimiento.

Como este Centro de Atención Primaria de Salud, en Cacurí, existen 31 más interconectados a la red SOS en los estados Nueva Esparta, Anzoátegui y Miranda. A la espera de inaugurar en Lara, Vargas y en el estado Zulia, en este último, específicamente en los ángeles de “El Tukuko”, frontera con la Sierra de Perijá.

Si bien el proyecto data del año 2000 y el desarrollo del software por parte de tesistas de la escuela de computación se culminó en 2004; no fue sino hasta 2007 cuando pasó del papel a la realidad, coincidiendo con la fecha cuando recibieron un financiamiento de la empresa Total (antes Total Oil & Gas), que ascendió a 8 millones de bolívares fuertes.

Toda vez que un equipo multidisciplinario encabezado por el profesor, doctor Héctor Arrechedera, se encargó de venderle a la petrolera, esta forma de hacer telemedicina asistida por computadora, uno de los mejores ejemplos de e-Salud con que se cuenta hasta la fecha en el país, si se entiende que la “salud electrónica” está destinada a reducir las brechas de acceso y calidad que afectan a las poblaciones más vulnerables, así como mejorar la efectividad y la eficiencia de la gestión de los sistemas de salud, como planteó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en enero de 2012.

En este aspecto, SOS Telemedicina para Venezuela, enmarcada en e-Salud, se convirtió pues, en ese "esfuerzo llevado a cabo por los líderes en servicios de salud y de alta tecnología, para aprovechar la Internet en beneficio de los usuarios del sistema de salud, en todo lo que respecta a cuidados sanitarios tecnológicamente asistidos", ajustándose así a la definición de Intel, citada por Gunther Eysenbach, editor de Journal of Medical Internet Research.

SOS como programa de Telemedicina
El programa nace de la inquietud de utilizar las TIC para apoyar el sistema de salud en el país, sobre todo porque las políticas sanitarias también inciden en los marcadores de crecimiento de una nación. Si bien Venezuela hasta 2010, fue el tercer país de Latinoamérica con menor cantidad de pobres, aún se registra que de 29 millones de venezolanos, 27,8% viven por debajo de la línea de pobreza, con condiciones de vida precarias y con difícil acceso a programas de salud.

Si a lo anterior se adicionan las distancias geográficas que existen en algunos pueblos del interior, lo costoso de los servicios privados de salud, la dificultad de acceso y los altos índices de emigración de médicas y médicos venezolanos, pues el panorama no luce alentador.

De hecho, la Federación Médica Venezolana hasta 2010, estaba realizando un censo para actualizar el registro de profesionales nacionales, en vista de que se desconoce ¿cuántos galenos hay en Venezuela?, ¿cuántos nos faltan para cubrir las necesidades asistenciales y cuántos se han mudado del país?, aunque la migración de alto nivel es visible y legal, no destaca dentro de las estadísticas.

Ya es un hecho comprobable que en zonas remotas del país no hay doctores ni doctoras, como lo ha evidenciado el equipo de SOS durante su trabajo de campo. En este sentido, el líder del proyecto, el profesor Arrechedera, es capaz de asegurar que se han ido aproximadamente 5 mil médicos en los últimos 6 años.

A nuestro favor, se enumera que Venezuela cuenta con una plataforma tecnológica para apoyar el sistema de salud -considerado como una parte importante de la solución- dispone de expertos en el área de la e-Salud, grupos de trabajo y proyectos exitosos en Telemedicina probados en zonas específicas del país, con resultados satisfactorios, entre ellos, sin duda destaca Maniapure, Telesalud paraVenezuela.

Sin embargo, en sus inicios, el proyecto SOS Telemedicina para Venezuela sólo comprendía el desarrollo o difusión de información en un portal web -lo que se conoce como fase presencial- con la variante de aportar datos médicos que no eran comunes para ser encontrados en Internet, tal es el caso de: malaria en Venezuela, picaduras de serpientes, escorpiones, entre otras, con 2 tipos de informaciones, una para la comunidad y otra para el personal de salud.

El porqué se inició en forma sólo presencial, tiene asidero en que “así comenzamos a trabajar con Internet, sólo para difundir información. Lo hicimos de corte informativo/preventivo, porque nos dimos cuenta de que hay más páginas de enfermedades que de salud ”, acotó el profesor Arrechedera.
Además, han trabajado con otros temas que directa o indirectamente se relacionan con la salud, que sin querer está ligada a la estética, los deportes, la familia, lo laboral, no hay un límite para hablar de salud, la barrera se hace invisible".

En este sentido, acota que la información está respaldada por doctores (as) de la Facultad de Medicina de la UCV y los respectivos institutos que hacen vida en la Ciudad Universitaria de Caracas.

El financiamiento, cuesta arriba
Aunque la aplicación desarrollada por los tesistas de la licenciatura en computación Nelio Martins y Luis Varguillas, asesorados por Christiane Metzner, funcionaba desde 2004; lo difícil de poner en marcha el proyecto fue obtener los recursos, más cuando para el momento, no es política de Estado. De hecho, el tema de las TIC en salud, no está entre las prioridades ni siquiera de los distintos órganos de integración (CAN, Caricom, Mercosur, Unasur).

Nelio Martins
Luis Varguillas
La anterior afirmación quedó asentada en 2010 en la reunión del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe, (SELA), cuando se recomendó promover una agenda digital relacionada con salud entre los países de América Latina, para la transferencia de experiencias y adquisición de tecnologías, como señalaron Fernández y Oviedo en su artículo Tecnologías de la información y lacomunicación en el sector salud: oportunidades y desafíos para reducir inequidades.

El doctor Arrechedera relata que cuando su equipo tocó las puertas del Gobierno Bolivariano, no logró mucho. “Le presentamos al Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovacion (Fonacit) la primera fase del proyecto y las relaciones no fueron fructíferas; luego se incluyó como parte de una de las misiones socialistas, pero nunca llegó a cuajar, no había en el Ministerio de Salud, la capacidad tecnológica para asumirlo. El para entonces ministro, Francisco Armada finalmente nos dijo que esto se haría pero a través del convenio Cuba-Venezuela, así que dejamos de intentarlo”.

Lo anterior quizá es consecuencia, a juicio de Arrechedera, de que la UCV no es muy bien vista por el Estado, por ser una universidad crítica, que no se pliega a los lineamientos de este Gobierno ni de los anteriores, es una universidad autónoma con propuestas”.

Con la empresa privada, también se realizaron esfuerzos, en virtud de que el proyecto les parecía interesante, pero como era un proyecto altruista, sin fines de lucro, no lo apoyaban”.

Todo esto cambió cuando en 2005, se promulgó la Ley Orgánica para la Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI), pues prácticamente obligaba a las empresas a hacer aportes a proyectos de investigación desarrollados por las universidades y centros de investigación (artículo 42), fue a partir de aquí cuando la empresa Total, contactó al director de SOS Telemedicina para Venezuela para manifestarle su interés en el proyecto, que se lo presentaran nuevamente.

Finalmente TOTAL Oil and Gas, aceptó otorgarles los recursos, (los 8 mil bolívares fuertes) no obstante, “la inversión no alcanzó para solventar los problemas de conectividad, que también creímos serían resueltos con la entrada en órbita del satélite Simón Bolívar, pero no fue así” destacó Arrechedera.

Hoy, superadas todas las vicisitudes, lo que más le preocupa al equipo de SOS es tener financiamientos espasmódicos en el tiempo, más si se entiende que es inevitable la obsolescencia de los equipos, de las conexiones. Si a lo anterior, se aúna el sentido de gratuidad del programa, quedan pocas opciones, siendo optimistas: 1) que el Ministerio del Poder Popular para la Salud, aporte recursos para su sostenibilidad 2) que se incluya a proyectos como éste como parte de la responsabilidad social de las empresas privadas y que así lo garantice la Locti 3) Cooperación de los laboratorios farmacéuticos transnacionales; puntos que no dejan de ser discutidos y estar en permanente negociación.

Los primeros centros con SOS


Con esa primera inversión, instalaron 80 centros de salud interconectados en todo el país, siendo Nueva Esparta, la entidad pionera, porque consideraron que tenía problemas de acceso por ser insular; contaba con un sistema de ambulatorios bien constituido; la anuencia de las autoridades locales y regionales, además de la presencia de la UCV con el programa “Nueva Esparta”.

Entre 2009 y 2010, se completa la red de Nueva Esparta y “aprendimos a hacer telemedicina, con la articulación del personal de salud, líderes comunitarios, autoridades regionales y la UCV”, comentó Arrechedera.

Instalación paneles solares



El reto más grande
El mayor reto, que recuerdan además como la experiencia más "gratificante”, fue interconectar hace 2 años al estado Amazonas, porque hay mayor dificultad de acceso, hay pobreza, hay etnias aborígenes, no hay electricidad, entre otros obstáculos superados con la articulación de diversos voluntarios .



Traslado de equipos
Antena satelital de Cacurí
Allí la escuela de ingeniería de la UCV y personal de empresas de telefonía privadas, se movilizaron en aviones militares, para colaborar con la instalación de los paneles solares y la antena satelital, trabajos que se prolongaron hasta por 3 días.


La experiencia internacional
Los proyectos de telemedicina en el exterior, en especial en Latinoamérica, han sido sólo eso, proyectos que no pasan de pruebas pilotos, pues cuando se les acaba el financiamiento, fenecen.

Antes de echar a andar SOS Telemedicina para Venezuela, se investigaron experiencias como la de México, con su proyecto de Telemedicina Anahuac, en Oaxaca, con la Universidad Autónoma de México.

También hubo otros intentos en Colombia y en Chile, pero más bien en este momento, Venezuela está siendo referencia para otros países.

Sin embargo, existen casos exitosos bien consolidados como la Red Universitaria de Telemedicina de Brasil, “RUTE” que está apoyada por 80 hospitales universitarios que laboran interconectados, y el Programa Nacional de Telesalud de Atención Primaria "Telesalud de Brasil", ambos, forman parte de la política de Gobierno de este país.

De igual forma, en Suramérica hay buenos ejemplos de Telemedicina, como el del Hospital Italiano deBuenos Aires (HIBA), en Argentina, interconectado con 23 centros ambulatorios. Se trata de un nosocomio que prescindió del papel y tiene todos sus procesos digitalizados. 

En el HIBA, hasta los pacientes de terapia intensiva y emergencias, están conectados a un sistema computarizado, “fiel ejemplo de cómo las computadoras ayudan al acto médico” destacó Arrechedera.

Por su parte, en Europa hay muchos desarrollos de software y  plataformas tecnológicas que no emplean en sus países, porque tienen muchos temas resueltos en cuanto a acceso, conectividad, brecha digital; por esto, Universidades como la de Edimburgo, en Escocia -aliada también a SOS Telemedicina para Venezuela- crean aplicaciones que utilizan para cooperar con África y otros países subdesarrollados del mundo.

Lecciones aprendidas
Acompañamiento en todo momento
Según el director de SOS, con poco más de 5 años enteramente operativos "hemos aprendido que en sí la segunda opinión médica no es lo más importante para la gente de las comunidades, es el acompañamiento; pues en zonas remotas ni siquiera tenemos médicos. Partimos de un supuesto que era interactuar médico, pero no ha sido así, hemos trabajado con personal de enfermería, auxiliares, líderes comunitarios”.

Agregó "hemos trabajado codo a codo con las empresas privadas, pudiendo incluso, reunirnos con la alta gerencia de corporaciones de telefonía, software propietario, entre otros.

SOS es un proyecto más social que tecnológico. "Colocamos una computadora, pero entendiendo que debemos alfabetizar al usuario, explicarle cómo podemos usar la tecnología y mostrarle las distintas bondades para enlazar con otras universidades, generar  conocimientos, documentarnos. A partir de ese momento más que un proyecto de segunda opinión, es de educación, de formación y de capacitación para mejorar el nivel de resolución del personal de salud que trabaja en los ambulatorios, finalmente, para que la comunidad termine beneficiándose de este uso de la tecnología".

El futuro...
Lo que espera el equipo de SOS es que la telemedicina en el país, se convierta en política pública, que le apuesten a las universidades. “Que el Gobierno considere iniciativas como éstas y trabaje con ellas, no pretendiendo inventar la rueda, es decir, invirtiendo o comprando una plataforma tecnológica que ya se adquirió, sino más bien impulsando más el proyecto”.

Igualmente, son optimistas con la posibilidad de crear una red de salud que haga frente a las carencias de médicos (personal en general) y fármacos; una manera de acortar las distancias geográficas y comunicarse con otras universidades del mundo, para robustecer la inteligencia colectiva.

Dr. Héctor Arrechedera e Ing. María Dolores Fariña,
responsables del proyecto
Arrechedera expresó que la realidad nos acerca cada vez más, por ejemplo, al empleo de smartphones, con aplicaciones médicas y con alternativas que irán desde recordar la toma de un medicamento o el día para asistir a una cita médica.

En cuanto a la interconexión de los ambulatorios del país, expresó el director de SOS, que “más que crecer en número, lo que pretendemos en este tiempo es mejorar la calidad de lo que se está haciendo, optimizando el trabajo”.

Entre estos planes radica la creación de un estudio de producción y post producción de video, pues consideran importante darse a conocer en la red, por eso cuentan con su canal de You Tube, su cuenta de twitter @SOStelemedicina

Próximamente, estará disponible el portal web de SOS Telemedicina para Venezuela, actualmente inexistente; allí se presentarán todos los avances, alianzas, procedimientos, que no figuran dentro de la  página de la aplicación web.

Están a la espera de lanzar al aire el portal “Sana, sana”, con material dirigido a las comunidades y cuyo primer capítulo será dedicado a la salud materno-infantil, pasando por la pre concepción, el desarrollo del embrión, feto, cuidado del recién nacido, de niños, niñas y adolescentes, información presentada en forma inteligible pero avalada por docentes y médicos especialistas de la UCV.

Asimismo, SOS recientemente clasificó para representar a Venezuela en un Grant con un Proyecto de "Prevención de la Mortalidad Materna mediada por TIC", de resultar favorecido, percibirán recursos en dólares para darle continuidad al proyecto.

226 médicos asociados a SOS
Finalmente, en el lado humano de SOS, más allá de los ordenadores, las antenas, los cables; están hombres y mujeres con años de experiencia o jóvenes que recién se integran al equipo, pero que en su conjunto, se sienten apasionados por hacer de él algo más que un programa piloto. El principal entusiasta, es el mismo profesor Arrechedera, quien hizo de SOS Telemedicina para Venezuela, su proyecto de vida.

viernes, 13 de julio de 2012

Telemedicina en Latinoamérica

El acceso a los beneficios de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es considerado entre las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de América Latina y el Caribe. En salud, la mayoría de los países de la región han venido implementando, desde hace varios años, una amplia variedad de proyectos de telemedicina, la mayoría de los cuales ha sido de alcance reducido y no integrado a estrategias nacionales tanto de salud pública, como de TIC. No obstante, es posible apreciar algunos avances que comienzan a constituirse en modelos, nacionales o sub-nacionales, caracterizados por focalizar los esfuerzos en la modernización de la gestión de los servicios de salud y de sus procesos asistenciales, así como en la educación a distancia para el perfeccionamiento de los equipos de salud y el desarrollo de la telemedicina. 

Si bien es cierto que se reconoce el papel de las TIC como una herramienta capaz de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en América Latina, la implantación de Programas de Telemedicina sustentables se encuentra rezagada respecto a las potencias mundiales. 

Llama la atención que en los distintos órganos de integración –Comunidad Andina de Naciones (CAN), Comunidad del Caribe (CARICOM), Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Mercado Común del Sur (MERCOSUR), Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), Unión de Naciones Suramericana (UNASUR) y Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe (CELAC)-, el tema de las TIC en salud no está entre las prioridades. Esta situación ha sido confirmada en una reciente reunión del Sistema Económico y Latinoamericano y del Caribe (SELA) (2010) donde a partir de la constatación de los rezagos en la implementación y desarrollo de estrategias TIC dentro de las políticas públicas en salud, se recomienda promover una agenda digital relacionada en salud entre los países de América Latina para la transferencia de experiencias y adquisición de tecnologías (10).

Tan sólo un indicador nos da la magnitud de la brecha digital que cada año se hace cada vez mayor. Los países del G7 (Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos) invierten 20 veces más en TIC que los países de América Latina.


Este tipo de resultados debe llevarnos a una profunda reflexión en torno al acceso de la población en general a dichas tecnologías y al conocimiento que se puede obtener mediante su aplicación. La comunidad internacional, incluyendo gobiernos, organismos internacionales, instituciones académicas y de investigación, iniciativa privada de organizaciones no gubernamentales, no sólo deben reconocer su importancia, sino que se deben desarrollar estrategias globales, establecer iniciativas y proyectos concretos que ayuden a disminuir la brecha tecnológica existente entre el mundo desarrollado y el mundo en vías de desarrollo. Ese es el principal reto del siglo XXI (18).

Esta visión es compartida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), expresada por la Dra. Mirta Roses Periago en su discurso de inauguración como Directora de la OPS: “Este es y será el siglo de las redes, de la conectividad y la interdependencia, que nos permitirá superar las barreras del espacio y del tiempo y que abrirá posibilidades inimaginables a la humanidad. Si estimulamos a esas redes para que multipliquen exponencialmente el capital social disponible, que vinculen a las personas y a las instituciones en una gran malla de sostén e inclusión de todos los habitantes del continente, habremos dado un paso fundamental para que fluya el conocimiento y la experiencia en nuevas modalidades de intercambio de la cooperación técnica para el desarrollo humano sostenible” (Discurso de la Dra. Mirta Roses Periago en su Inauguración como Directora de la Organización Panamericana de la Salud, y Directora Regional para las Américas, 31 de enero de 2003).

Debemos lograr superar una serie de factores que afectan la adopción de TIC en beneficio de los servicios de salud en América Latina, entre las cuales se pueden señalar: la falta de voluntad política, carencia de estrategias nacionales y regionales claras por parte de los gobiernos, la ausencia de marcos legales y normativos, la resistencia al cambio, la lenta penetración de Internet con banda ancha, la falta de preparación para abordar los problemas tecnológicos complejos que involucran el uso de las TIC, el fracaso reiterado en progresar coherentemente en el diseño y aplicaciones de Telemedicina, la falta de financiamiento, la inexistencia de una infraestructura adecuada de telecomunicaciones, entre muchos otros.

Excepciones notables en nuestra región han sido Brasil y Chile, que junto a Canadá y los EEUU son los países que, como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), ha hecho más inversiones en las TIC en América, aunque en valor absoluto per cápita, Chile ha invertido más que todos los otros países de América Latina (19).

Brasil tiene una probada experiencia en vincular con TIC a los equipos de salud familiar con especialistas de las universidades, quienes a través de videoconferencias, proveen diagnósticos y segundas opiniones, así como implementan programas de educación continua y permanente.

En Brasil sobresalen dos programas nacionales: la Red Universitaria de Telemedicina (RUTE) (www.rnp.br) y el Programa Nacional de Telesalud de Atención Primaria (Telesalud de Brasil, www.telessaudebrasil.org.br).

La RUTE ha conectado en red a más de 160 instituciones de salud entre los cuales se cuentan 38 hospitales universitarios y clínicos, 75 hospitales públicos clínicos certificados de salud, además de instituciones federales de salud y el departamento de salud indígena federal. RUTE ha implementado infraestructura comunicacional en hospitales en las 53 ciudades más grandes de Brasil, facilitando el establecimiento de centros de telesalud por medio de inversión en equipamiento, conectividad y preparación de ambientes de aprendizaje.

El Programa Nacional de Telesalud de Brasil fue estructurado en el año 2007 y se inició como un proyecto piloto en nueve estados, que tenía como objetivo crear 100 puntos de acceso en Unidades Básicas de Salud (UBS), así como en hospitales e instituciones de investigación, dotándolos de recursos de telemedicina para actividades asistenciales y formativas (20). Actualmente el programa está en proceso de expansión y se espera llevar a Telesalud a todos los estados del país.

Entre los países que han buscado incorporar programas nacionales de Salud-e y telemedicina se identifican los casos de Brasil, Colombia, México y Chile. Sin embargo, un factor que dificulta el seguimiento y evaluación de los programas de Salud-e en la región es que no existen registros sistemáticos del impacto de dichos programas, lo que incrementa el reto de pasar de proyectos a programas de política pública. Particularmente se dificulta el conocimiento del alcance y los servicios de conectividad en las unidades de atención médica, y es un indicador ausente de las estadísticas sectoriales (21).

Por los retos de salud que presenta la región se identifica como área de oportunidad la obtención y seguimiento oportunos de la información epidemiológica. Y de acuerdo a las experiencias de los países presentadas y recolectadas a la fecha se identifica que la mayor parte de los países de la región han implementado proyectos de Salud-e con alcances reducidos que no se encuentran alineados, ni integrados a las políticas de salud o a las estrategias de TIC nacionales (21).




Referencias Bibliográficas:

Fragmentos del Trabajo de Ascenso presentado ante la Ilustre Universidad Central de Venezuela por el Prof. Héctor Arrechedera Zamorano, para optar a la categoría de Profesor Titular, julio 2011

(10) Fernández A, Oviedo E. Tecnologías de la información y la comunicación en el sector salud: oportunidades y desafíos para reducir inequidades en América Latina y el Caribe. CEPAL 2010 [fecha de acceso julio 2011]. Serie Políticas Sociales N° 165. Chile. Publicación de las Naciones Unidas. URL disponible en: http://www.eclac.org/publicaciones/xml/3/40953/sps165-tics-salud.pdf

(18) Granados JE. Tecnologías de la información y comunicación (TIC): Un comparativo entre América Latina y el G-7. Contribuciones a la Economía. 2004 [fecha de acceso julio 2011]. URL disponible en: http://www.gestiopolis.com/recursos2/documentos/archivodocs/ager/TICG7AL.pdf

(19) Organización Panamericana de la Salud. e-Salud en Latinoamérica y el Caribe, Tendencias y Temas Emergentes. Oficina Sanitaria Panamericana y la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud. Washington, DC: OPS; 2003.

(20) Dos Santos A. Estructuración del Sistema Único de Salud y el desarrollo de las acciones de telesalud en Brasil. Latin-Am J Telehealth, Belo Horizonte, 2009 [fecha de acceso Julio 2011]; 1 (1): 5 - 38. URL disponible en: http://www.medicina.ufmg.br/proyectobid/arquivos/Anexo_05.pdf

(21) Gertrudiz, N. Política, programas y proyectos de salud electrónica en México. Fernández, Andrés y Oviedo, Enrique (eds.), Salud electrónica en América Latina y el Caribe: avances y desafíos, Santiago de Chile, Comisión Económica para América Latina y el Caribe. 2010. [fecha de acceso Julio 2011]; URL disponible en: http://www.eclac.org/publicaciones/xml/5/41825/di-salud-electrinica-LAC.pdf

La Telemedicina en Venezuela


Muchas de las iniciativas de aplicar tecnologías de información y comunicación para dar apoyo al personal de salud en Venezuela, se han generado en las universidades nacionales. Muy pocos han sido los proyectos de telemedicina que han logrado conseguir financiamiento, llegar a la fase de implementación y constituirse en programas sustentables.



En Venezuela, los primeros desarrollos de telemedicina se remontan a los años 90 y fueron gestados en centros de investigación de las principales universidades, a partir de colaboraciones entre profesionales de ingeniería, medicina y computación.



Entre los centros de investigación y proyectos pioneros con iniciativas de telemedicina se cuentan:

-El Centro de Procesamiento de Imágenes (CPI) de la Universidad de Carabobo (UC)
-El Proyecto Maniapure y Telesalud
El Centro de Análisis de Imágenes Biomédicas Computarizadas (CAIBCO) de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV)
-El Grupo de Ingeniería Biomédica de la Universidad de los Andes (GIBULA)
-El Proyecto RETO de la Misión Ciencias
-La Escuela de Telecomunicaciones de la Universidad Católica Andrés Bello
-La Universidad Simón Bolívar

El Proyecto Maniapure y Telesalud para Venezuela















Otro de los pioneros en la implementación de programas de Telemedicina en Venezuela ha sido la Fundación Proyecto Maniapure, liderado por el Dr. Tomás Sanabria, quien con el apoyo de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) y la participación de estudiantes de Medicina, Bioanálisis y Odontología de la UCV, desarrolló el primer proyecto piloto de Telemedicina de Venezuela, el cual conectaba a un centro de atención primaria de salud (Centro La Milagrosa), con la Fundación Centro Médico de Caracas.

La experiencia de este centro, que utilizaba tecnologías de información y comunicación para dar apoyo médico a regiones rurales, la extendió luego el Dr. Sanabria con el apoyo del Ing. Morel Orta, a diversas regiones remotas de Venezuela, esfuerzo que se consolida con la creación de la empresa Telesalud Venezuela, la cual realiza un proceso de expansión aprovechando la oportunidad generada con la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología (LOCTI).

El CPI de la Universidad de Carabobo

Una de las primeras experiencias que involucró telecomunicaciones, multimedia y computación, aplicadas al área de la salud en Venezuela, fue el Proyecto “Hospital Virtual de la Universidad de Carabobo para la Ciudad de Valencia”, desde el CPI de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Carabobo, asociado con la Facultad de Ciencias de la Salud, el Instituto de Salud del Estado Carabobo (INSALUD) y el Instituto Docente de Urología (IDU-Clínica Privada).

Este proyecto, liderizado por el Prof. Guillermo Montilla realizó una propuesta e hizo a finales de los años 90 los intentos por crear una Red Digital Integrada de alta velocidad (REDIUC) en el Estado Carabobo, que aspiraba conectar instituciones tales como INSALUD, y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Carabobo (22).

Misión Ciencia. Proyecto Telesalud

El Estado venezolano, a través del Viceministerio de Redes de Servicio del Ministerio de Salud y el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT) del Ministerio de Ciencias coordinó en el año 2006, la elaboración de un Proyecto macro de Telemedicina, dentro del Proyecto RETO de la Misión Ciencia.

A esta convocatoria asistieron representantes de diferentes universidades nacionales, entre ellas la Universidad de los Andes (ULA), Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de Carabobo (UC), Universidad Simón Bolívar (USB), Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Universidad Nacional Experimental Politécnica (UNEXPO), Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM), Universidad Panamericana del Puerto en Puerto Cabello, Corporación Venezolana de Guayana.

Durante cuatro meses representantes de las instituciones mencionadas trabajaron bajo la coordinación del Dr. Gregorio Sánchez (Ministerio del Poder Popular para la Salud), para la elaboración de un proyecto que tuviera como objetivo el diseño de una red de Telesalud para Venezuela. El documento final fue subdividido en 5 diferentes sub-proyectos: Conectividad, Estandarización, Aplicaciones Médicas, Tele-especialidades y Tele-Educación.

Esta propuesta fue evaluada por el Ministerio de Ciencia, cuyos analistas consideraron que la misma resultaba inviable para su financiación.

GIBULA Universidad de los Andes (ULA)

En la Universidad de los Andes, las actividades de investigación en áreas de ingeniería biomédica y telemedicina se iniciaron en el Grupo de Ingeniería Biomédica de la ULA (GIBULA). Posteriormente en el desarrollo de estas iniciativas también participa el Centro de Cálculo de la ULA (CECALCULA).

Entre 1990 y 1992 el GIBULA trabajó en el desarrollo de un sistema de electrocardiografía de alta resolución. El sistema de electrocardiografía desarrollado (POTARDIO), permitió iniciar una línea de investigación sobre la detección temprana del Mal de Chagas y a partir de 1993 se abrió una nueva línea de investigación en procesamiento de imágenes angiográficas, orientada particularmente al análisis de la función ventricular y a la reconstrucción 3D de las imágenes del ventrículo izquierdo.

El Grupo de Ingeniería Biomédica de la Universidad de los Andes trabajó en el desarrollo de una estación de telemedicina que pudiera ser utilizada en el contexto de la Red de Teleinformática del Estado Mérida (RETIEM), buscando mejorar los servicios de salud de diversos centros poblados remotos del Estado.

La Universidad Católica Andrés Bello (UCAB)

La Escuela de Ingeniería en Telecomunicaciones de la Universidad Católica Andrés Bello, ha venido trabajando desde el año 2006 en el área de redes de telecomunicaciones para el sector salud. Es así como se han realizado, mediante Trabajos Especiales de Grado tutoriados por los Profs. José Pirrone, Iván Escalona y Luis Fernández, numerosas propuestas para conectar ambulatorios en los Estados Apure, Nueva Esparta, Miranda, Guárico, Táchira, Mérida y Trujillo (22).

Asimismo, docentes de esta universidad, participaron activamente en el año 2006 en el desarrollo del proyecto RETO de Telemedicina de la Misión Ciencia, particularmente responsables del subproyecto de conectividad.

Estudiantes de la Escuela de Telecomunicaciones han sido, por otra parte, un factor fundamental para el diseño de propuestas de conectividad en el programa “SOS Telemedicina para Venezuela” de la UCV.

Basados en estas experiencias en el año 2009 se creó en la UCAB la materia “Tópicos en Telemedicina” coordinada por el Prof. Iván Escalona. (23).

La Universidad Simón Bolívar (USB). 

Grupo de Bioingeniería y Biofísica Aplicada (GBBA)
Diferentes laboratorios de la Universidad Simón Bolívar, han realizado aplicaciones y esfuerzos interesados en la aplicación de la ingeniería y la física en la telemedicina. Es así, como a mediados de los años 80, se inician las actividades del laboratorio de Sistemas Biomédicos, con diferentes aplicaciones para el procesamiento de señales de imágenes de monitores cardíacos, digital para su uso en terapia intensiva, electrofisiología de pacientes chagásicos, neurocardiología e instrumentación biomédica en general.

Más recientemente, el laboratorio de Biofísica y Electrofisiología de la USB, ha desarrollado proyectos pilotos de apoyo a la telemedicina como el Medicarro (2006) y el Negatoscopio digital para capturar y transferir data de los pacientes de manera inalámbrica. El Medicarro dispone de un equipo de monitoreo de signos vitales que, funciona con baterías de larga duración, con un software de historias médicas digitales (SINAPSIS) y utiliza LINUX como sistema operativo (24).

Referencias Bibliográficas:

Fragmentos del Trabajo de Ascenso presentado ante la Ilustre Universidad Central de Venezuela por el Prof. Héctor Arrechedera Zamorano, para optar a la categoría de Profesor Titular, julio 2011

(22) Archila M, Montilla G, Subacius V. Telemedicina. Beneficios. Un Hospital Virtual para la Ciudad de Valencia. En: ler Congreso de Investigación de la Universidad de Carabobo. Valencia. Venezuela. Universidad de Carabobo; 1996.

(23) Pirrone J. Redes de Telecomunicaciones para el Sector Salud: Conectividad. Trabajo de Ascenso. Universidad Católica Andrés Bello. Facultad de Ingeniería. Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones. Venezuela. 2010.

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