martes, 26 de agosto de 2008

De visita en la Cueva del Guácharo













Antes de comenzar la travesía
Pude conocer la Cueva del Guácharo gracias a mis compañeros de labores, Kati y Paúl, quienes se lanzaron conmigo en esa aventura por demás nueva y excitante, en las cercanías de Caripe, estado Monagas. El 2 de agosto, al día siguiente de mi cumple, tremendo regalo, no?

LO LOGRAMOS!

Ellos, los guácharos, no vuelan bajo (a 3 metros de altura aprox) y no se les puede tomar fotos porque chocarían contra las estalactitas (que crecen de abajo hacia arriba) y estalagmitas (que crecen de arriba hacia abajo) porque son troglófilos, es decir, animales que viven en una cueva y que son fotosensibles.


Este guácharo es un monumento
que se encuentra en la entrada de Caripe

Pero además los gritos humanos o cualquier otra forma de ruido inusual para ellos interrumpe las ondas que emiten y que les ayudan a orientarse en la oscuridad causando el mismo efecto, que choquen y se caigan.



Los últimos halos de luz





















Dos barrotes naturales

Moralejas: los guácharos salen de la cueva sólo de noche a alimentarse y no pueden escuchar sonidos perturbadores más allá de sus propios graznidos (que son estruendosos también), los cuales usan como mecanismo de defensa o para meter miedo, diría yo.

No se pueden tomar fotos en la cueva por lo que ya dije, a excepción de lo que denominan el salón del silencio, que por su poca altitud, está libre de guácharos (¡no hay ruido!).

Lo que más me sorprendió fue enterarme que ellos cuando tienen pichones y los notan débiles o muy egoístas, los lanzan desde arriba, lo cual ocasiona su muerte instantánea o a los pocos momentos, para que sobreviva el más apto. Por eso, se ven pichones en el piso durante el trayecto. Inparques no los rescata porque es una forma de mantener el equilibrio natural, de lo contrario habría sobrepoblación. Si estuvieran en peligro de extinción sí los salvaran.

Junto
a las estalactitas



Ah! También pesan más cuando pichones que en la edad adulta, para que la grasa genere calor, pero cuando se acerca el momento de volar, para el cual tienen una sola oportunidad (o vuelan o se matan), los padres les racionan la comida.

De la cueva, puedo decir que el recorrido es por una caminería de piedras y concreto que no se ve porque está colmado de semillas de todo tipo (su preferida es el palmasen) y excremento, pero el olor si bien no es agradable, tampoco es insoportable y una vez al mes, creo, lo limpian. Las estalagtitas y estalagmitas de la cueva crecen 1 pulgada cada 100 años.







El agua es la culpable de todas
las formaciones, de hecho,
sigue moldeando lo que existe





El recorrido para los turistas es de 1.2 kilómetros y para los espelólogos y geólogos, previo permiso de estudio, continúa hasta alcanzar los 9 kilómetros, pero ya el recorrido deja de ser seco y se hace a través del río.


Mitos:

Alejandro de Humboldt no descubrió las cuevas, de hecho, ni la recorrió completa, pero fue el primero en estudiarla.

El palmasen es una semilla que hay en Brasil, pero también aquí, por eso se creía en principio que la cueva conducía a este país. Otro detalle que descarta esta hipótesis, es que los guácharos no poseen un sistema digestivo tan avanzado como para permitirle reservar alimentos, es decir, morirían en el trayecto.

No es la cueva más grande del mundo ni en Latinoamérica -la primera está en Estados Unidos- pero sí es la más importante por la biodiversidad que en ella coexiste.


Notas: en las afueras de la cueva hay un mini museo, aunque un poco descuidado.


Hay una churuata donde comer y comprar souvenirs.


Se alquilan botas para hacer el recorrido también, para evitar que los pies te queden así, como nos pasó.


Guácharo significa, animal que hace mucho ruido, a manera de gemidos, por eso Kati, es nuestra guáchara!!!



Gracias chicos por ser mis compañeros de viaje. ¡Para mí será inolvidable! Gracias Paúl por tus bellas fotos, (ojo, él no aparece porque no le gusta, sólo las toma) y Kati, gracias por disfrutar de todo con la misma emoción.


Junto a una estalagmita y a Henry, nuestro guía















Subiendo el sendero














El camino de los científicos es más extenso,
se realiza por esta ruta con agua







Minerales semi-

preciosos hay en las formaciones











En el salón del Silencio, junto a lo que llaman tetas de todas las edades










Estas son campanitas apostadas en la entrada de la cueva, son potentes alucinógenos