¡Queremos arroz…arroz regulado…ni con vegetales…ni saborizado! …que a Hugo Chávez no lo tumban los sifrinos!!! Mientras consignas iban y venían, y otros en sus mentes iban planeando qué otras oraciones con rima decir, los niños alrededor, en su can-di-dez, estaban en otro mundo, curioseando con las cámaras, poniéndose detrás de los declarantes y saludando o jugando a que eran periodistas.
Así, este niñito le quitó el micrófono al periodista de VTV y posó para mi lente, mientras Jhonny, el fotógrafo oficial de aquí, también jugaba a ser periodista y me hacía el quite.
Eso me hace recordar que aquel 27-F, cuando tan sólo era una niña, me causaba curiosidad, pero también miedo eso que los grandes llamaban to-que de queda, me asomaba por la hendija de la puerta de afuera a ver los militares mientras mi papá gritaba que me podían dar un ti-ro y nadie pagaría por el cri-men…¡Están suspendidas las garantías! Hoy, analizando, el asunto era complejo, pero en esa época, para mí no fue más que una película de acción o de gue-rra.
Que nuestros niños nunca pierdan la inocencia. Pido a Dios compadecerse de todos aquellos que la han perdido a la fuerza, porque los adultos se han empeñado en que crezcan de golpe y en que vivan y paguen la vida que estamos viviendo.
Así, este niñito le quitó el micrófono al periodista de VTV y posó para mi lente, mientras Jhonny, el fotógrafo oficial de aquí, también jugaba a ser periodista y me hacía el quite.
Eso me hace recordar que aquel 27-F, cuando tan sólo era una niña, me causaba curiosidad, pero también miedo eso que los grandes llamaban to-que de queda, me asomaba por la hendija de la puerta de afuera a ver los militares mientras mi papá gritaba que me podían dar un ti-ro y nadie pagaría por el cri-men…¡Están suspendidas las garantías! Hoy, analizando, el asunto era complejo, pero en esa época, para mí no fue más que una película de acción o de gue-rra.
Que nuestros niños nunca pierdan la inocencia. Pido a Dios compadecerse de todos aquellos que la han perdido a la fuerza, porque los adultos se han empeñado en que crezcan de golpe y en que vivan y paguen la vida que estamos viviendo.