En Carnaval me aventuré a ir a Colombia, a la Isla de San Andrés, luego de hacer escala en Bogotá, otro avión me llevó (o nos llevó) allá en una hora y cincuenta minutos.
Que me perdone mi país, pero hasta ahora, no he visto un mar de esos azules, ni siquiera Tucacas, esto lo digo porque aún no conozco Los Roques, pero de verdad es impresionante ver la paleta de azules que te permite disfrutar de una playa con temperatura adecuada, sin oleaje (especial parta niños), el agua no te tapa (y eso que soy casi enana) y tan limpia.
Sus colores los debe a los corales y a la vegetación que crece en el fondo, de verdad hay muchos tonos de azul, aunque yo no conté siete, pero los nativos aseguran que sí los hay. En mar abierto, a mucha profundidad ¡vi un mar tan turquesa, muy impresionante! estoy acostumbrada a que mientras más profundo, más oscuro es, pero San Andrés es la excepción.
Además de bañarme en “playa principal” que quedaba frente al hotel y era de por sí hermosa, sin piedras, visitamos los cayos más populares: El Acuario, donde con un snorkel puedes nadar con los enormes y variopintos peces y tomar los botes con fondo de vidrio para adentrarte en el mar y observar a las mantarrayas, los corales y los cientos de peces como: barracudas, cirujanos y pare de contar, no pude memorizar todos los nombres; allí también pudimos ver las formaciones coralinas.
Desde el acuario se puede caminar (por el agua, porque el nivel no te pasa de la cintura) a otra isla que le dicen la isla del amor, su nombre verdadero no lo recuerdo, allá, según dicen, se van dos y regresan tres, es para enamorados y tiene un sector nudista.
Jhonny Cay, es la más popular, es hermosa pero las olas sí son un poquitín más fuertes. Allí hacen paseos en banana.
En todas las playas hay toldos, porque no hay casi palmeras. Te ofrecen las bebidas típicas: coco loco (bebida fuerte servida en coco y que según no pueden tomar las señoritas porque comienzan a perseguir a los negritos de la isla), la Piña Colada (deliciosa!) y el Coco Fresa (cóctel de jugos pero sin licor, mmm!!!).
También fuimos en bus hasta Rocky Cay, pero esta playa pertenece a los hoteles Sol Caribe y Decameron, es buena, hay un barco hundido que la gente va a husmear y también hacen deportes acuáticos.
Curiosidades
Casi toda la población de la isla es de color. La gente es muy amable, cordial y hace muchos chistes con respecto al color de su piel, “siga, camine tranquilo que el negro no mancha”, “sigan el punto negro”. Entre ellos hablan “creole”, un “inglés nativo”, hay que recordar que fueron colonizados por británicos, pero no se entiende mucho lo que dicen, bueno, es la idea.
Es Puerto Libre y venden de todo, desde ropa de marca, hasta electrodomésticos, perfumes…de verdad, muy completo el comercio…le dicen la Margarita de Colombia. Me recordó a Juan Griego, pues no es muy desarrollada.
Hay más iglesias (católicas o bautistas) que escuelas, bueno, es lo que pudimos apreciar en una vuelta que le dimos a la isla.
Existe un “Hoyo Soplador”, otro atractivo de la isla, que sólo cuando hay marea alta, permite que el agua al chocar con las rocas y meterse por una canal formada naturalmente, pueda impulsar el agua por un hoyo a la superficie, ésta puede alcanzar hasta los 12m de altura, casi del tamaño de una palmera. Yo sólo le pude tomar la foto a un chorrito que se lució como para mí, el mar estaba muy tranquilo, pero para que no me fuera triste me dio una pequeña demostración. Pero esta es la única atracción que hay en el lugar.
La comida es buena, al menos en el hotel donde nos quedamos, pero extrañé las arepas en el desayuno. Tienden a preparar en mucho pescado frito (pargo rojo) en las islas y acompañarlo con arroz de coco (muy bueno). Cocinan mucho con frutas exóticas (dulce con salado) y hacen muchos jugos con ellas, entre ellos, el de kiwi.
Los paseos en semi submarino son más interesantes porque aprecias la fauna más cerca y te dan una guía para que incluso nades y hasta cargues a las mantarayas. No lo hice porque no era tan barato.
Alquilan motos de agua y dan clases para hacer submarinismo y snorkeling.
En todos lados a las chicas y a los chicos les ofrecen hacerle trenzas, crinejas pues.
Supuestamente en la isla no hay delincuencia, de verdad es muy tranquila.
El medio de transporte preferido es la moto, sin duda por cada carro hay diez motos. La mayoría de los carros son los que rentan los turistas para hacer paseos, los otros son taxis.
Las playas y las calles son extremadamente limpias, por lo general, los aseadores de los hoteles se encargan de mantenerlas en este estado.
Como es una isla, el agua para bañarse es desalinizada, es decir, salada pues, pero es caliente o con calentador.
Hay varias opciones para hospedarse, nos quedamos en uno muy completo, aunque modesto, la comida, ¡20 puntos! Nos daban hasta meriendas y open bar, todo muy rico. Quedamos complacidos con Casablanca, donde incluso amenizaban los desayunos con música en vivo, animaban las noches y planificaban actividades deportivas.
De todos los turistas que estábamos en el hotel, 80%, cuidado si no más, eran argentinos, el resto, colombianos y uruguayos…
La isla, en el pasado, vivía sólo del comercio, pero luego con la apertura económica de Colombia, debieron explotar otra fuente y le apostaron al turismo, pero aun se observan muchas estructuras abandonadas, pero muchas, de verdad da lástima, pero ellos aseguran que van a mejorarlas, están en ese proceso.
Son muy famosas las esmeraldas colombianas, las tallan en los talleres (valga la redundancia) de las joyerías de la isla y todo. JM me regaló unos zarcillos…¡qué lindos!
Los precios de los paseos son de 15 mil pesos por persona, no es muy caro…
Todo terminó, fueron unos 5 días increíbles, de full relax, full comedera y mucho amor y comprensión, gracias papi por llevarme. ¡Te quiero!.
¡PRÓXIMAMENTE MÁS FOTOS EN MI FLICKR!,
AQUÍ NO SE APRECIA EL COLOR DEL AGUA COMO REALMENTE ES! LUEGO PUBLICO EL LINK
1 comentario:
Que dicha que un extranjero hable tan bien de mi pais!! Yo soy colombiana y aun no conozco San Andres Islas..pero pronto!!
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