¿Cuántas veces no hemos estado esperando una llamada que nunca llega? el tiempo parece eterno. Vemos el celular cada 5 segundos, lo revisamos, lo apagamos y predemos, le colocamos el timbre que se escuche más fuerte, comprobamos la cobertura; pero no es una falla técnica, es simplemente que no nos han llamado aún, al menos no quien nos interesa, porque en ese interín se antoja de llamarnos hasta aquel ser del que teníamos tiempo sin recibir noticias.
Por momentos hasta me da pánico entrar al metro, no vaya ser que me llamen y como mi digitel no tiene contestadora, no puedan dejarme el mensaje. Diossss!!! voy a enloquecer, entonces ruego porque me llamen al movilnet.
Entramos en paranoia, cualquier celular que repique creemos que es el nuestro y para prevenir, lo llevamos hasta al baño por si acaso la llamada ocurre cuando menos creemos. Si repica mientras nos duchamos, estamos dispuestos hasta a escurrir agua por todo el baño con tal de atenderlo.
Pero finalmente, nos rendimos y nos damos cuenta de que la llamada llegará cuando quiera y no cuando nosotros en nuestra impaciencia deseamos. Es una lección que sin duda me deja como enseñanza que no tengo ni un mg de paciencia.
3 comentarios:
Trade o temprano, pero la llaman
=D
Tarde o temprano, pero la llaman
=D
Jajajajaja qué paranoia, pero así es. Y cuando suena... ¡hasta da miedo contestar!
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