Zoraibeth
Sosa
Fotos:
Dr. Héctor Arrechedera
Rosa,
acude al ambulatorio de Cacurí, en el estado venezolano de Amazonas, con su
pequeña hija Sara en brazos, aquejada por unas manchas rojas con centro
purulento que se le esparcieron por todo el cuerpo. Allí es recibida por el
único personal de salud que labora en este centro, dos auxiliares de
enfermería: Luisa y María.
Habitante de Cacurí |
Es
entonces cuando entra en acción “Segunda Opinión en Salud” (proyecto SOS
Telemedicina para Venezuela), pues Luisa y María se conectan a internet, e
ingresan a la aplicación web de SOS para solicitar que doctores (as) de la
Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), les orienten
sobre el diagnóstico y tratamiento de la pequeña paciente de la etnia Yekuana.
Ellas le tomaron hasta fotos a la niña y las adjuntaron con la historia médica.
No
obstante, la mamá de la paciente, está muy ansiosa y como es particular de esta
población autóctona, no tiene mucha paciencia para esperar que en 24 horas
llegue el tan esperado diagnóstico. Así, que Luisa y María deciden contactar a
los médicos especialistas de SOS a través del Skype, para recibir una respuesta
más inmediata, éstos atienden el llamado y se comunican.
¿Cómo
fue esto posible si en Cacurí no hay electricidad? Pues gracias a SOS
Telemedicina para Venezuela, se pudo articular para que hasta la zona, poblada
por aborígenes Yekuanas y Sanimas, se llevaran paneles solares y una antena
satelital que permitieran la interconexión entre este ambulatorio y los médicos
de la Ciudad Universitaria de Caracas, desde el año 2010.
Las
auxiliares recibieron alfabetización tecnológica para la utilización de la
herramienta, convirtiéndose también en guardianas y custodias, junto a la
comunidad, de los equipos de hardware (computadoras, impresoras, cámara
digital, web cam, telefonía IP, entre otros) y software que recibieron como
dotación del programa SOS Telemedicina para Venezuela.
Además, constantemente el equipo de SOS realiza acompañamiento a este personal de salud, atendiendo integralmente sus inquietudes. La aplicación web no sólo sirve para una “segunda opinión”, también para hacer estudio de casos y llevar estadísticas sobre los principales padecimientos, su evolución y muchas variables más, aportando también así datos importantes para la sociedad médica, la sociedad del conocimiento.
Como
este Centro de Atención Primaria de Salud, en Cacurí, existen 31 más interconectados a la red SOS en los estados Nueva Esparta, Anzoátegui y Miranda. A la
espera de inaugurar en Lara, Vargas y en el estado Zulia, en este último,
específicamente en los ángeles de “El Tukuko”, frontera con la Sierra de
Perijá.
Si
bien el proyecto data del año 2000 y el desarrollo del software por parte de
tesistas de la escuela de computación se culminó en 2004; no fue sino hasta 2007 cuando
pasó del papel a la realidad, coincidiendo con la fecha cuando recibieron un
financiamiento de la empresa Total (antes Total Oil & Gas), que
ascendió a 8 millones de bolívares fuertes.
Toda
vez que un equipo multidisciplinario encabezado por el profesor, doctor Héctor
Arrechedera, se encargó de venderle a la petrolera, esta
forma de hacer telemedicina asistida por computadora, uno de los mejores
ejemplos de e-Salud con que se cuenta hasta la fecha en el país, si se entiende
que la “salud electrónica” está destinada a reducir las brechas de acceso y
calidad que afectan a las poblaciones más vulnerables, así como mejorar la
efectividad y la eficiencia de la gestión de los sistemas de salud, como
planteó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en enero
de 2012.
En
este aspecto, SOS Telemedicina para Venezuela, enmarcada en e-Salud, se
convirtió pues, en ese "esfuerzo llevado a cabo por los líderes en
servicios de salud y de alta tecnología, para aprovechar la Internet en
beneficio de los usuarios del sistema de salud, en todo lo que respecta a
cuidados sanitarios tecnológicamente asistidos", ajustándose así a la
definición de Intel, citada por Gunther Eysenbach, editor de Journal of Medical
Internet Research.
SOS
como programa de Telemedicina
El
programa nace de la inquietud de utilizar las TIC para apoyar el sistema de
salud en el país, sobre todo porque las políticas sanitarias también inciden en
los marcadores de crecimiento de una nación. Si bien Venezuela hasta 2010, fue
el tercer país de Latinoamérica con menor cantidad de pobres, aún se registra
que de 29 millones de venezolanos, 27,8% viven por debajo de la línea de
pobreza, con condiciones de vida precarias y con difícil acceso a programas de
salud.
Si
a lo anterior se adicionan las distancias geográficas que existen en algunos
pueblos del interior, lo costoso de los servicios privados de salud, la
dificultad de acceso y los altos índices de emigración de médicas y médicos
venezolanos, pues el panorama no luce alentador.
De
hecho, la Federación Médica Venezolana hasta 2010, estaba realizando un censo
para actualizar el registro de profesionales nacionales, en vista de que se desconoce ¿cuántos galenos hay en Venezuela?,
¿cuántos nos faltan para cubrir las necesidades asistenciales y cuántos se han
mudado del país?, aunque la migración de alto nivel es visible y legal, no
destaca dentro de las estadísticas.
Ya
es un hecho comprobable que en zonas remotas del país no hay doctores ni
doctoras, como lo ha evidenciado el equipo de SOS durante su trabajo de campo.
En este sentido, el líder del proyecto, el profesor Arrechedera, es capaz de
asegurar que se han ido aproximadamente 5 mil médicos en los últimos 6 años.
A
nuestro favor, se enumera que Venezuela cuenta con una plataforma tecnológica
para apoyar el sistema de salud -considerado como una parte importante de la
solución- dispone de expertos en el área de la e-Salud, grupos de trabajo y
proyectos exitosos en Telemedicina probados en zonas específicas del país, con resultados
satisfactorios, entre ellos, sin duda destaca Maniapure, Telesalud paraVenezuela.
Sin
embargo, en sus inicios, el proyecto SOS Telemedicina para Venezuela sólo
comprendía el desarrollo o difusión de información en un portal web -lo que se
conoce como fase presencial- con la variante de aportar datos médicos que no
eran comunes para ser encontrados en Internet, tal es el caso de: malaria en
Venezuela, picaduras de serpientes, escorpiones, entre otras, con 2 tipos de
informaciones, una para la comunidad y otra para el personal de salud.
El
porqué se inició en forma sólo presencial, tiene asidero en que “así comenzamos
a trabajar con Internet, sólo para difundir información. Lo hicimos de corte
informativo/preventivo, porque nos dimos cuenta de que hay más páginas de
enfermedades que de salud ”, acotó el profesor Arrechedera.
Además,
han trabajado con otros temas que directa o indirectamente se relacionan con la
salud, que sin querer está ligada a la estética, los deportes, la familia, lo
laboral, no hay un límite para hablar de salud, la barrera se hace invisible".
En
este sentido, acota que la información está respaldada por doctores (as) de la
Facultad de Medicina de la UCV y los respectivos institutos que hacen vida en la Ciudad
Universitaria de Caracas.
El
financiamiento, cuesta arriba
Aunque la aplicación desarrollada por los tesistas de la licenciatura en computación Nelio Martins y Luis Varguillas, asesorados por Christiane Metzner, funcionaba desde 2004; lo difícil de poner en marcha el proyecto fue obtener los recursos, más cuando para el momento, no es política de Estado. De hecho, el tema de las TIC en salud, no está entre las prioridades ni siquiera de los distintos órganos de integración (CAN, Caricom, Mercosur, Unasur).Nelio Martins |
Luis Varguillas |
El
doctor Arrechedera relata que cuando su equipo tocó las puertas del Gobierno
Bolivariano, no logró mucho. “Le presentamos al Fondo Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovacion (Fonacit) la primera fase del proyecto y las relaciones
no fueron fructíferas; luego se incluyó como parte de una de las misiones
socialistas, pero nunca llegó a cuajar, no había en el Ministerio de Salud, la
capacidad tecnológica para asumirlo. El para entonces ministro, Francisco
Armada finalmente nos dijo que esto se haría pero a través del convenio
Cuba-Venezuela, así que dejamos de intentarlo”.
Lo
anterior quizá es consecuencia, a juicio de Arrechedera, de que la UCV no es
muy bien vista por el Estado, por ser una universidad crítica, que no se pliega
a los lineamientos de este Gobierno ni de los anteriores, es una universidad
autónoma con propuestas”.
Con la empresa privada, también se realizaron esfuerzos, en virtud de que el proyecto les parecía interesante, pero como era un proyecto
altruista, sin fines de lucro, no lo apoyaban”.
Todo
esto cambió cuando en 2005, se promulgó la Ley Orgánica para la Ciencia,
Tecnología e Innovación (LOCTI), pues prácticamente obligaba a las empresas
a hacer aportes a proyectos de investigación desarrollados por las universidades
y centros de investigación (artículo 42), fue a partir de aquí cuando la
empresa Total, contactó al director de SOS Telemedicina para Venezuela para
manifestarle su interés en el proyecto, que se lo presentaran
nuevamente.
Finalmente
TOTAL Oil and Gas, aceptó otorgarles los recursos, (los 8
mil bolívares fuertes) no obstante, “la inversión no alcanzó para solventar los
problemas de conectividad, que también creímos serían resueltos con la entrada en
órbita del satélite Simón Bolívar, pero no fue así” destacó Arrechedera.
Hoy, superadas todas las vicisitudes, lo
que más le preocupa al equipo de SOS es tener financiamientos espasmódicos en
el tiempo, más si se entiende que es inevitable la obsolescencia de los equipos, de las
conexiones. Si a lo anterior, se aúna el sentido de gratuidad del programa, quedan pocas opciones, siendo optimistas: 1) que el Ministerio del Poder Popular para la Salud, aporte recursos para su sostenibilidad 2) que se incluya a proyectos como éste como parte de la responsabilidad social de las empresas privadas y que así lo garantice la Locti 3) Cooperación de los
laboratorios farmacéuticos transnacionales; puntos que no dejan de ser discutidos y estar en permanente negociación.
Los primeros centros con
SOS
Con esa primera inversión, instalaron 80 centros de salud interconectados en todo el país, siendo Nueva Esparta, la entidad pionera, porque consideraron que tenía problemas de acceso por ser insular; contaba con un sistema de ambulatorios bien constituido; la anuencia de las autoridades locales y regionales, además de la presencia de la UCV con el programa “Nueva Esparta”.
Entre 2009 y 2010, se completa la red de Nueva Esparta y “aprendimos a hacer telemedicina, con la articulación del personal de salud, líderes comunitarios, autoridades regionales y la UCV”, comentó Arrechedera.
El reto más grande
El mayor reto, que recuerdan además como la experiencia más "gratificante”, fue interconectar hace 2 años al estado Amazonas, porque hay mayor dificultad de acceso, hay pobreza, hay etnias aborígenes, no hay electricidad, entre otros obstáculos superados con la articulación de diversos voluntarios .
Traslado de equipos |
Antena satelital de Cacurí |
Los
proyectos de telemedicina en el exterior, en especial en Latinoamérica, han
sido sólo eso, proyectos que no pasan de pruebas pilotos, pues cuando se les
acaba el financiamiento, fenecen.
Antes
de echar a andar SOS Telemedicina para Venezuela, se investigaron experiencias
como la de México, con su proyecto de Telemedicina Anahuac, en Oaxaca, con la
Universidad Autónoma de México.
También
hubo otros intentos en Colombia y en Chile, pero más bien en este momento,
Venezuela está siendo referencia para otros países.
Sin
embargo, existen casos exitosos bien consolidados como la Red Universitaria de
Telemedicina de Brasil, “RUTE” que está apoyada por 80 hospitales
universitarios que laboran interconectados, y el Programa Nacional de Telesalud
de Atención Primaria "Telesalud de Brasil", ambos, forman
parte de la política de Gobierno de este país.
De
igual forma, en Suramérica hay buenos ejemplos de Telemedicina, como el del Hospital Italiano deBuenos Aires (HIBA), en Argentina, interconectado con 23 centros ambulatorios. Se trata
de un nosocomio que prescindió del papel y tiene
todos sus procesos digitalizados.
En el HIBA, hasta los pacientes de terapia
intensiva y emergencias, están conectados a un sistema computarizado, “fiel
ejemplo de cómo las computadoras ayudan al acto médico” destacó Arrechedera.
Por
su parte, en Europa hay muchos desarrollos de software y plataformas tecnológicas que no emplean en sus países, porque tienen muchos temas resueltos
en cuanto a acceso, conectividad, brecha digital; por esto, Universidades como
la de Edimburgo, en Escocia -aliada también a SOS Telemedicina para Venezuela-
crean aplicaciones que utilizan para cooperar con África y otros países
subdesarrollados del mundo.
Acompañamiento en todo momento |
Agregó "hemos trabajado codo a codo con las empresas privadas,
pudiendo incluso, reunirnos con la alta gerencia de corporaciones de telefonía,
software propietario, entre otros.
SOS
es un proyecto más social que tecnológico. "Colocamos una computadora,
pero entendiendo que debemos alfabetizar al usuario, explicarle cómo
podemos usar la tecnología y mostrarle las distintas bondades para enlazar con otras
universidades, generar conocimientos, documentarnos. A partir de ese momento más que
un proyecto de segunda opinión, es de educación, de formación y de capacitación
para mejorar el nivel de resolución del personal de salud que trabaja en los
ambulatorios, finalmente, para que la comunidad termine beneficiándose de este
uso de la tecnología".
El
futuro...
Lo
que espera el equipo de SOS es que la telemedicina en el país, se convierta en
política pública, que le apuesten a las universidades. “Que el Gobierno
considere iniciativas como éstas y trabaje con ellas, no pretendiendo inventar
la rueda, es decir, invirtiendo o comprando una plataforma tecnológica que ya
se adquirió, sino más bien impulsando más el proyecto”.
Igualmente, son optimistas con la posibilidad de crear una red de salud que haga frente a las carencias de médicos (personal en general) y fármacos; una manera de acortar las distancias geográficas y comunicarse con otras universidades del mundo, para robustecer la inteligencia colectiva.
Igualmente, son optimistas con la posibilidad de crear una red de salud que haga frente a las carencias de médicos (personal en general) y fármacos; una manera de acortar las distancias geográficas y comunicarse con otras universidades del mundo, para robustecer la inteligencia colectiva.
Dr. Héctor Arrechedera e Ing. María Dolores Fariña, responsables del proyecto |
En
cuanto a la interconexión de los ambulatorios del país, expresó el director de
SOS, que “más que crecer en número, lo que pretendemos en este tiempo es
mejorar la calidad de lo que se está haciendo, optimizando el trabajo”.
Entre
estos planes radica la creación de un estudio de producción y post producción
de video, pues consideran importante darse a conocer en la red, por eso cuentan
con su canal de You Tube, su cuenta de twitter @SOStelemedicina
Próximamente, estará disponible el portal web de SOS Telemedicina para Venezuela, actualmente inexistente; allí se presentarán todos los avances,
alianzas, procedimientos, que no figuran dentro de la página de la aplicación web.
Están
a la espera de lanzar al aire el portal “Sana, sana”, con material dirigido a las comunidades y
cuyo primer capítulo será dedicado a la salud materno-infantil, pasando por la
pre concepción, el desarrollo del embrión, feto, cuidado del recién nacido, de
niños, niñas y adolescentes, información
presentada en forma inteligible pero avalada por docentes y médicos
especialistas de la UCV.
Asimismo,
SOS recientemente clasificó para representar a Venezuela en un Grant con un
Proyecto de "Prevención de la Mortalidad Materna mediada por TIC", de resultar favorecido, percibirán recursos en dólares para darle continuidad al proyecto.
226 médicos asociados a SOS |